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Caso 216

Estoy en un dilema y no sé qué hacer. Soy una mujer próxima a cumplir treinta y seis años, casada y con un hijo de siete años. Mi esposo e hijo me piden otro hijo, pero realmente no sé qué hacer. Por un lado está mi deseo de poder viajar... y desempeñarme profesionalmente en mi carrera.... Siento que si tengo otro hijo, me voy a detener en esas dos áreas y se me complicará más la vida. Pero por otro lado está mi sentimiento de ser madre y darle a mi hijo la oportunidad de tener un hermanito o una hermanita, y por supuesto, a mi esposo de tener un segundo hijo.

[Sin embargo,] sé que mi esposo no me es fiel.... Por eso siempre pienso en que es mejor no tener más hijos...

Consejo

Estimada amiga:

¡Qué interesante que dejó para lo último el detalle más importante de su caso! Usted dice que su esposo no le es fiel como si ese fuera un problema continuo y no como algo que sucedió una sola vez. Da la impresión de que él le ha sido infiel muchas veces, y que tal vez ahora mismo lo esté siendo.

¿Se ha hecho usted exámenes médicos para ver si tiene alguna enfermedad venérea? Cada vez que él le es infiel es mayor el riesgo de que él contraiga alguna enfermedad y luego se la transmita a usted. Como usted ya sabe, algunas de esas enfermedades pueden ser mortales.

El hecho de que su esposo le es infiel quiere decir que ustedes no tienen un buen matrimonio. Nosotros creemos que los cónyuges no deben tener hijos a no ser que tengan un matrimonio estable. Es un mito la noción de que tener un hijo ha de fomentar más cariño o reparar lo que anda mal en la relación conyugal. Muchas mujeres han creído ese mito sólo para luego tener que criar solas a sus hijos. Se han esfumado sus sueños y la vida de sus hijos se ha visto afectada por muchos años. En lugar de reparar  la relación conyugal, el tener hijos no ha hecho más que empeorar los problemas que tienen. Pero más importante aún es que los hijos sufren cuando sus padres tienen serios conflictos conyugales. Y los hijos en definitiva son quienes pagan las consecuencias cuando sus padres se separan, cualquiera que sea la razón.

En lugar de discutir acerca de si deben o no tener otro hijo, recomendamos que inviertan tiempo y energías tratando de solucionar  los problemas conyugales que los aquejan. Tal vez usted y su esposo necesiten consultar con un consejero matrimonial. Si su esposo le sigue siendo infiel, usted debe tomar medidas para protegerse física y emocionalmente.

Hay un proverbio del sabio Salomón que dice así: «Al que comete adulterio le faltan sesos; el que así actúa se destruye a sí mismo.»1 Su esposo se está destruyendo a sí mismo y arruinando a toda su familia con su conducta adúltera. Ningún hijo debiera nacer en tal ambiente familiar. Pídale a Dios que le dé sabiduría para tomar las mejores decisiones en beneficio suyo y de su hijo.

Le deseamos lo mejor,

Linda
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1 Pr 6:32

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