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Caso 386

Tengo cuarenta y ocho años, [soy] soltero [y] sin hijos. Hace dos años conocí [a] una mujer que ahora tiene cincuenta.... Nos amamos y queremos casarnos, y ella está decidida a venir a vivir a [mi país].

Sólo temo que ella no pueda [tener] hijos a su edad, y mi anhelo es tener uno. No la quiero desilusionar, pues está muy entusiasmada a hacer vida conmigo. Ella vive sola, no tiene hijos y [no] desea tenerlos. Esto me [pone en un] dilema de si continúo con ella o la dejo para buscar una mujer más joven que me dé al menos un hijo. ¿Qué es lo más conveniente que debo hacer?

Consejo

Estimado amigo:

Antes de comprometerse en matrimonio, toda pareja debe estar de acuerdo con respecto a cuatro temas fundamentales. Creemos que usted hallará la respuesta a su pregunta a medida que considera los cuatro.

El primero es el tema económico. ¿Cuáles son las deudas pendientes y los compromisos económicos con miembros de la familia (tales como los padres, o los hijos de relaciones previas), y de dónde sacarán el dinero para saldar esos compromisos después de casados? ¿Cómo se sustentarán los cónyuges, y con qué medios? ¿Cuáles serán las prioridades en cuanto al gasto del dinero? ¿Qué porcentaje de los ingresos de los cónyuges se gastará en vivienda, transporte y gastos personales tales como la ropa? ¿Cómo tomarán decisiones acerca de los gastos de mayor envergadura? ¿Qué porcentaje de los ingresos ahorrarán para emergencias y para después de jubilados?

El segundo tema fundamental tiene que ver con las relaciones con los demás familiares. ¿Tienen el esposo o la esposa en potencia otros familiares que se espera vivan con ellos cuando se casen? ¿Con qué frecuencia esperará cada cónyuge visitar a sus respectivos padres?

El tercer tema fundamental es el de los niños. ¿Están de acuerdo con relación a cuántos hijos tener y cuándo tenerlos? ¿Quién cuidará a los niños en los años preescolares?

Por último, y sobre todo, ¿tienen los dos una relación afín con Dios? ¿Están de acuerdo en cuanto a cuál iglesia asistir y con qué frecuencia? ¿Están igualmente comprometidos a basar su vida juntos en las enseñanzas de Jesucristo y los principios que se encuentran en la Biblia?

Si cualquiera de esas preguntas provoca desacuerdos importantes, entonces no están listos para comprometerse ni para casarse. Esos temas suelen ser las razones detrás de la infelicidad y hasta del divorcio. Es mucho más fácil reponerse de la ruptura de un noviazgo con miras al matrimonio que reponerse de un divorcio.

Es evidente que hay un serio desacuerdo entre usted y su novia respecto a tener hijos. Esa razón basta para ponerle fin al noviazgo. Como ella vive en otro país, es de esperarse que habría también otros desacuerdos si fueran a hablar sobre esos temas. Dígale la verdad, y corte la comunicación con ella por completo. El proseguir con el noviazgo sería cruel y deshonesto.

Es posible que no encuentre a una mujer más joven con la que pueda ponerse de acuerdo en cuanto a todas las cuestiones importantes que hemos mencionado. Así que, mientras tanto, le recomendamos que considere seriamente la adopción de uno o más niños que desean con urgencia tener un padre. En la mayoría de los países, a pesar de que usted es soltero, cumpliría los requisitos para adoptar a un niño de edad escolar.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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