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Caso 219

Después de veinte años de matrimonio, maltrato físico y psicológico, me divorcié. A raíz de eso... me fui con mi hijo de quince años.... Después me enamoré de otra persona, y [resultó] que ni mi hijo ni mi nueva pareja se llevaron bien; ocurrieron miles de problemas.

Mi hijo decidió irse [a casa de] su papá. A partir de ahí mi vida es un infierno. Sufro demasiado por mi hijo. El papá lo sigue maltratando, y no sé qué hacer. Él no quiere regresar conmigo si yo no me separo de mi pareja.

Dígame qué hago. Yo sufro mucho por mi hijo, pero también quiero a mi pareja.

Consejo

Estimada amiga:

Lamentamos que su matrimonio haya fracasado. No hay duda de que usted ha sufrido mucho en el transcurso de los años. Sin embargo, ¿acaso tiene la culpa su hijo? ¿Tiene él que seguir sufriendo ahora a causa de que usted le haya dado mayor prioridad en su vida a otro hombre que a él, que es su propio hijo?

Es evidente que usted tiene remordimiento de conciencia, pero está tratando de tenerlo todo: Desea hacer lo correcto y a la vez quedarse con ese hombre. En este caso, eso no es posible. Su hijo sabe que usted no está casada y que ese hombre no tiene ninguna autoridad sobre él. Los adolescentes como él están en el proceso de ser hombres, y ya tienen suficientes problemas de por sí sin tener que lidiar en casa con el novio de la mamá.

Creemos que usted le debe lealtad a la persona que formó parte de su vida primero y a quien usted se comprometió a cuidar. En este caso, se trata de su hijo. Creemos que usted no debe vivir con ningún hombre a no ser que estén casados, y que no debe casarse hasta que su hijo sea adulto. Usted ha sido egoísta al abandonar a su hijo durante una etapa muy influenciable de su vida, y necesita ordenar sus prioridades como madre hoy mismo.

¿Acaso no merece usted ser feliz? ¡Claro que sí! Pero puede esperar algunos años hasta que su hijo sea adulto. Y puede esperar hasta que algún hombre la ame lo suficiente como para casarse con usted.

El rey David dijo: «Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos.»1. Su hijo ha sufrido el abandono a través del maltrato de su papá y de la negligencia suya como mamá. Pero el Señor quiere ayudar al joven, y quiere darle a usted la oportunidad de hacer lo debido. Ponga en marcha este nuevo cambio al pedirle a Dios en oración que forme parte de su vida y le conceda las fuerzas y la sabiduría necesarias para dar los siguientes pasos. Dios no la abandonará. Él está esperando a que usted le permita ayudarla. La perdonará de todo pecado y le dará una nueva oportunidad de hallar la felicidad.

Le deseo lo mejor,

Linda
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1 Sal 27:10

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