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Caso 226

Tengo un hijo de diecinueve años que consume marihuana. Cuando me di cuenta, yo me preocupé mucho y pensé que yo solo podía resolver este problema dándole mis consejos. Mi hijo sigue hasta el momento consumiendo marihuana [y] se ha vuelto muy violento.... No he podido hacer que mi hijo deje este vicio.... Incluso dentro de la casa ha consumido marihuana. Antes mi hijo era una persona muy diferente. Era muy sentimental y muy bueno. No sé cómo fue que se me salió de las manos.

Consejo

Estimado amigo:

A cualquier padre le quebranta el corazón ver a su hijo tomar decisiones peligrosas. Los padres les dedican años de su vida a sus hijos enseñándoles a tomar decisiones buenas y saludables, pero una vez que el hijo llega a ser adulto, cambia el papel del padre. Deja de ser la máxima autoridad y se convierte en una influencia más entre muchas otras.

Los padres deben seguir mostrándoles amor y afecto a sus hijos adultos. Sin embargo, no deben seguir pagando por las malas decisiones que ellos tomen. Al permitir que su hijo viva en casa, usted está contribuyendo a que siga fumando marihuana. Al pagar por los alimentos que él consume, usted le está dando más dinero para comprar la droga. Y si usted le está dando dinero para estudios universitarios o transporte o ropa, está permitiendo que él siga haciendo lo que usted sabe que es tan peligroso para él.

Hable con su hijo y dígale que, debido a lo mucho que lo ama, él puede optar por seguir viviendo en casa o por seguir fumando marihuana, pero no puede hacer ambas cosas. Si se decide por la marihuana, tendrá que empacar sus pertenencias y mudarse a otro lugar. Usted cambiará las cerraduras de las puertas para que él no pueda volver a entrar. Y usted no volverá a costear ninguno de sus gastos, aunque sí lo invitará a que cene en casa una vez a la semana.

Nunca amenace con hacer nada a no ser que esté dispuesto a cumplirlo. Nunca ofrezca nuevas oportunidades a no ser que haya dicho por adelantado que dará determinado número de oportunidades. Y nunca se dé por vencido sólo porque el hijo adulto ruega y suplica.

Es probable que su esposa no esté de acuerdo con este plan. Las madres quieren creer que sus hijos se comportan bien, y desean protegerlos de las duras lecciones que han de aprender en la calle. Pero si usted permite que este hijo siga viviendo en su hogar a la vez que consume marihuana, es probable que le robe, lo maltrate de palabra y haga estragos en toda su familia. Si usted tiene hijos menores, de ese ejemplo aprenderán que ellos tampoco tienen que obedecer las reglas del hogar.

Cuando uno de nuestros hijos tenía dieciocho años, nosotros hablamos con él acerca de eso mismo. Fue desgarrador tener que decirle que ya no podría seguir viviendo en casa porque se negaba a obedecer las reglas que habíamos establecido. Después de eso, él vivió por un tiempo con amigos y hasta en la calle, pero finalmente se hizo responsable de su conducta y comenzó a tomar buenas decisiones.

A fin de poner en práctica este consejo, le hará falta la fuerza y la sabiduría que sólo Dios puede darle. Ore y pídale a Dios que sea su Amigo y su Guía. Pídale que lo perdone por los pecados que ha cometido, y que lo ayude a mostrarle amor a su hijo aun durante el lapso en que esté imponiendo esos límites para el bien de toda su familia.

Le deseamos lo mejor,

Linda

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