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Caso 200

Conocí al que es ahora mi esposo cuando me fui un tiempo a trabajar en [otro país]. Todo fue muy rápido. Al poco tiempo que lo conocí, quedé embarazada de mi hijo, que ahora tiene cuatro años. La verdad [es que] no tuve mucho tiempo de noviazgo. Nos vinimos a vivir [a] su país de origen... y nuestro matrimonio está sufriendo una crisis por causa de adulterio de su parte, y yo he sido también víctima de agresión psicológica de su parte.

La verdad es que hay momentos en que siento que no aguanto más esta situación. Quisiera escuchar un consejo. ¿[Qué] debo hacer para seguir adelante con esto, ya que lo perdoné por [las] varias veces que él me ha sido infiel, pero él siempre vuelve a caer en lo mismo?

Consejo

Estimada amiga:

¡Lamento mucho lo que le está pasando! Sé que está sufriendo un gran dolor emocional, y que tal vez seguramente se siente sola en otro país donde no tiene familiares.

En muchos «Casos de la semana» he dicho que no es bueno tener relaciones sexuales fuera del matrimonio, y que quebrantan uno de los Diez Mandamientos. El caso suyo es otro ejemplo de que la razón por la que Dios nos dio ese mandamiento es que nos ama.1 Él la ama tanto que no quería que usted se encontrara en esta difícil situación. Quería más bien que usted encontrara a un hombre que fuera su mejor amigo, un hombre en quien pudiera confiar, que la amara y la atesorara por el resto de su vida. Pero debido a que usted comenzó a tener una relación física con este hombre sin siquiera saber nada acerca de su manera de ser, ahora está atada a una pareja que miente y la engaña cada vez que se le presenta la oportunidad de hacerlo. No tengo la manera de saber si él de veras la ama, pero en  definitiva parece que sólo se casó con usted porque estaba embarazada.

Un hombre que tiene múltiples aventuras amorosas es un peligro para el bienestar de usted. Las estadísticas indican que es sólo cuestión de tiempo antes de que él contraiga una enfermedad de transmisión sexual y luego la contagie a usted. Mi consejo es que es urgente que se haga examinar en seguida para ver si tiene una de esas enfermedades, y que insista en que su esposo haga lo mismo. Es posible que usted ya esté infectada, y de ser así es mejor que comience el tratamiento de una vez. Hay ciertas enfermedades de transmisión sexual que son incurables, y otras que hacen que peligre su vida. Cualquiera que tiene múltiples parejas sexuales corre un alto riesgo de contraer una de esas enfermedades.

Además de consultar con un médico, a ustedes dos les hace falta consultar con un consejero matrimonial. Exigirá tiempo y la disposición de hacerlo tanto de parte suya como de su esposo a fin de que den los pasos necesarios para salvar su matrimonio.

Usted necesita la sabiduría que sólo Dios puede dar. Lo más importante y útil que puede hacer es pedirle que perdone sus pecados y que su Hijo Jesucristo forme parte de su vida. Él murió en la cruz para llevar el castigo eterno de los pecados que usted ha cometido, pero usted debe pedírselo. Él le dará la sabiduría necesaria para tomar las decisiones acertadas con relación a los días difíciles que le esperan.

Le deseo lo mejor,

Linda
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1Éx 20:14

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