18 abr 15

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«Molesta por cosas que yo ni siquiera sé»
por Carlos Rey

En este mensaje tratamos el caso de un hombre que «descargó su conciencia» de manera anónima en nuestro sitio www.conciencia.net y nos autorizó a que lo citáramos, como sigue:

«Estoy llegando a mi límite. Soy casado desde hace tres años, [y] el problema es que mi esposa tiene una actitud muy difícil [y] se molesta por cosas que yo ni siquiera sé. Yo no soy un hombre para discutir, y en serio amo a mi esposa; pero ella parece que busca cualquier forma para provocarme y que yo pueda decirle que se marche....

»Quiero oír algún consejo que me ayude a tratar con esta situación. Estoy de acuerdo con lo que la Biblia dice —“hasta que la muerte los separe”—, pero no sé qué hacer.»

Este es el consejo que le dio mi esposa:

«Estimado amigo:

»¡Lo felicitamos por cumplir con los votos que le hizo a su esposa el día de la boda, como también por su deseo de seguir la enseñanza bíblica acerca del matrimonio! Tiene usted la sabiduría necesaria para reconocer que los problemas pueden resolverse y que, al igual que en el caso suyo, la mayoría de los matrimonios tienen que afrontar problemas difíciles....

»Muchos hombres se identificarán con lo que usted nos ha contado. Quieren proveer el sustento económico para su familia, ser los líderes de su hogar, encargarse de la administración doméstica y luego disfrutar de un descanso merecido cuando llegan a casa. Cuando la esposa tiene otras ideas, ellos llegan a creer que ella tiene la intención de irritarlos y de armar pleitos.

»En cambio, para las mujeres es imperiosa la necesidad de comunicarse, a tal grado que los hombres muchas veces no comprenden por qué. La esposa quiere conversar acerca de los sucesos del día, tanto de los suyos como de los de su esposo. Quiere decirle a su esposo cómo se siente y quiere que a él le parezca importante. Trata de entablar una conversación con él, pero él no quiere hablar ni escuchar a no ser que haya algo que necesite arreglo. Él quiere que ella lo deje solo, mientras que ella no quiere sentirse sola, así que no es de extrañarse que surjan conflictos y que posteriormente éstos aumenten de tono....

»El método que rinde los resultados más rápidos para resolver esos desacuerdos es asistir juntos a cursos acerca del matrimonio. Muchas iglesias y agencias comunitarias ofrecen tales cursos de forma gratuita. Da esperanza el reunirse con otros matrimonios que afrontan conflictos parecidos. Por otra parte, la consejería matrimonial individual o en grupo son opciones excelentes para aprender a comunicarse con eficiencia.

»Tal como con otros conflictos, las dos partes tienen que amarse lo suficiente como para estar dispuestas a ceder en algo para el bien de los dos. Cuando un hombre de veras ama a una mujer, él saca tiempo para conversar con ella con regularidad y escuchar lo que tiene que decir. Cuando una mujer de veras ama a un hombre, ella comprende que él necesita tiempo para relajarse a solas después del trabajo. Cuando un hombre y una mujer se aman lo suficiente como para casarse, también se aman lo suficiente como para hacer sacrificios mutuos.»

Con eso termina lo que recomienda mi esposa. El consejo completo, que por falta de espacio no pudimos incluir en esta edición, puede leerse con sólo ingresar en el sitio www.conciencia.net y pulsar la pestaña que dice: «Casos», y luego buscar el Caso 195.